Cuando leemos acerca de fraude electrónico, muchas veces pensamos en fraude a la hora de hacer pagos con tarjeta de crédito.
Pero no debemos centrarnos en eso. Afortunadamente son casos excepcionales (además de estar respaldados y asegurados por los propios bancos) y con lo también debemos tener cuidado es con situaciones como éstas:
- Invitación a visitar alguna página web sospechosa
- Recepción de e-mail ofertando un servicio no solicitado
- Recepción de una oferta de trabajo por Internet que pudiera ser falsa o sospechosa
- Recepción de e-mail solicitando claves de usuario

- No enviar información personal o financiera a través del correo electrónico
- Ser consciente de que los bancos o entidades financieras nunca piden los datos personales por correo electrónico
- Siempre que el usuario introduzca los datos bancarios en una página web debe cerciorarse de que está utilizando un protocolo seguro (la URL debe comenzar por https en lugar de por http)