Lo que me gusta a mí un tomate. De hecho, me llaman Tomate y no es broma. Soy Tomate.
Hace unos meses probé por primera vez estos tomates, los tomates Monterosa. Cogí uno y mi mano olió durante toda la mañana a tomatera, como cuando ayudaba a mi abuelo a recoger tomates de la huerta y me los comía ahí tal cual, sin esperar a llegar a casa. Qué más quieres que te cuente, con esto ya está dicho todo.
Probar tomates diferentes es uno de los vicios que tengo que te puedo confesar.
El tomate rosa de Huesca es una maravilla. Es como el tomate feo de Tudela; no te puedes morir sin haberlos probado. Te huelen las manos, se te llena la boca, te olvidas del mundo… Así es, amigo: una MA-RA-VI-LLA.
Ponte a prueba. Cultiva tus propios tomates en casa.
La sal de la vida son los pequeños retos que te van surgiendo. La felicidad es vivir el presente y también mirar hacia atrás y ver todo lo que conseguiste. Yo también tengo mal karma para las plantas y conseguir que salieran los primeros tomates de la mata fue todo un reto para mí. Lo conseguí.
También puedes innovar.
La mermelada de tomate es una delicia. ¿Y si le añades un toque de whisky y algo de picante?
Acompaña todo con tomate.
El mejor tomate riojano entero y pelado o triturado.
Te recomendamos estas conservas. Seguimos en La Rioja, tierra de grandes verduras. Pruébalas y luego nos cuentas qué te han parecido.